Cómo crear suerte

 

La suerte, ¿existe la suerte?, ¿qué es la suerte?, ¿existe una buena o mala suerte? Yo creo que no. Lo que existe es solo la suerte, por ende, también la ausencia de ella. Es como la luz. La oscuridad es solo la ausencia de luz. La mala suerte es en sí, la ausencia de la suerte. Entender esta “mágica” palabra y reflexionar sobre ella me podría permitir encontrar la forma de crearla.

Algunos autores y motivadores dicen que la suerte es el punto en donde se encuentran los conocimientos adquiridos, a través del estudio o las propias experiencias, y las oportunidades. Ahora, se podría agregar que llegado a ese punto hay que tener la audacia para agarrar la oportunidad y no soltarla más. En este momento se produce la chispa que produce la suerte.

Te comento que estoy leyendo un libro llamado “Almanaque de Naval Ravikant”, lo puedes encontrar gratis en la web, que se trata de una colección de ideas y pensamientos de un personaje llamado Naval, inversor ángel y filósofo popular entre los intelectuales de la tecnología y los negocios, hoy en día. En este libro hay un capítulo dedicado a cómo tener suerte que me fascinó por lo directo y práctico de su contenido.

Según este hombre, podemos clasificar la suerte en cuatro formas.

La primera es la llamada suerte ciega. Es eso externo que te ocurre y favorece tu vida sin ninguna razón. Ha ocurrido y fue positivo para ti. No hubo ni una influencia de tu parte.

La segunda es la suerte que se logra gracias a la acción y al trabajo duro. Es la suerte ganada con mucho sudor, persistencia y empuje.

“La fortuna sonríe a los que audaces”, dice una antigua frase dicha por el poeta Virgilio.

La tercera es la suerte iluminada. Este tipo de suerte es la que nos aparece cuando nuestra mente y ojos están capacitados para notarla. Se logra, por ejemplo, siendo un experto en una determinada área y ser capaz de notar oportunidades que otros no. Es parecido al concepto explicado en un párrafo anterior. Estudia y aprende para ser sensible a las mejores oportunidades.

Y la última, según Naval, la más difícil y extraña de todas, es esta: la llamaré la suerte construida. Este tipo de suerte se logra construyendo un personaje único, una marca personal única, una mentalidad única.

“Sea el mejor en lo que hace. Redefina lo que hace hasta que esto sea cierto. La oportunidad le buscará. La suerte se convierte en su destino”. Naval

Construirnos a nosotros mismos, pensar, caminar y movernos cómo los mejores en eso que queremos ser hasta que lo seamos requiere de preparación, entrenamiento y conocimientos; esta suerte engloba los otros tipos de suerte. Hazte también una persona de confianza, totalmente íntegra. Lo que puedes construir son tu carácter y reputación, y son más importantes de lo que crees. La mayoría de las personas no tiene en cuenta esto y ya tenemos una idea de los resultados de la mayoría.

Si esto te lo taladras en tu mente empezarás a ver la suerte cómo algo que se puede crear, es así.

Espero que esto te sirva.

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