¡La felicidad se ejecuta!



Así como practicamos durante meses para aprender a ejecutar una guitarra, así como entrenamos horas en un gimnasio para que nuestros músculos crezcan, así podemos practicar la felicidad. La felicidad debe ser entrenada; requiere de atención, enfoque y tiempo. Un conjunto de acciones constantes y certeras nos permitirán ser personas más felices.

Esto lo afirma el profesor y psicólogo Tal Ben-Shahar que, además, es el profesor con más alumnos matriculados por año en la Universidad de Harvard. Docente de la materia de Psicología Positiva que recibe a centenares de estudiantes de todas las carreras cada año. Su clase consiste en esto, en enseñar a los estudiantes cómo ser personas más felices.

He tenido la oportunidad de trabajar con un diario personal durante 52 semanas elaborado por el mismo profesor que se llama “Practicar la Felicidad”. Un libro de ejercicios que requiere de atención, enfoque y tiempo. La felicidad no se basa en negar las emociones negativas o no poder estar tristes, va más allá de eso, se basa en darnos el permiso de ser humanos.

A través de este medio, y viviendo tiempos como éstos, quiero compartir con ustedes los 10 puntos para mí más destacados en este material:

1- Ser agradecido.

Se han realizado estudios que consisten en comprobar que las personas que escriben al menos cinco razones por las cuales estar agradecidas pueden tener notables consecuencias. Un aumento del bienestar y de emociones positivas, pueden dormir mejor y tener más ganas de hacer ejercicios. Expresar la gratitud es vital importancia para la felicidad. Te recomiendo que lo hagas. Cada o noche o mañana escribe al menos cinco razones por la que te sientas agradecido. Puede ser por la música que escuchas, por tu creencia en Dios, por tu trabajo, no importa, exprésalo en un diario y sé constante, tu atención estará en las cosas buenas.

2- Actividad física.

El cuerpo humano está hecho para moverse, ponte en un estado de energía óptimo haciendo por lo menos 30 minutos de ejercicio cada día, ya sea una caminata o unas flexiones con abdominales.  La actividad física es un gran anti estrés y antidepresivo debido a la liberación de neurotransmisores que produce como la serotonina y la dopamina. ¡Múevete!

3- La dificultad como aprendizaje.

Debemos de mirar las dificultades como momentos de aprendizaje y superación. El ser humano no puede mejorar si no tiene un obstáculo que superar. El psiquiatra Viktor Frankl afirma: “Lo que necesitamos no es vivir sin tensiones, sino la fortaleza para alcanzar las metas situadas al otro lado de ellas”. No lo olvides, un buen capitán se hace en las tormentas.

4- Aprender del fracaso o fracasar en el aprendizaje.

Fracasar o equivocarse es totalmente normal. Mediante los errores uno aprende mejores formas de resolución de problemas. Es parte de todo el proceso de aprendizaje y crecimiento personal. Si fracasas, aprende de ello.

5- Optimalismo.

Una persona optimalista se caracteriza especialmente por aceptar la realidad. Esto es lo que lo diferencia, en esencia, de una persona perfeccionista.

Un perfeccionista cree que en el camino a su meta no se puede encontrar con obstáculos, errores, emociones negativas y fracasos. Una persona optimalista las acepta en todo el proceso de su camino a sus objetivos: acepta el fracaso, acepta las emociones negativas, acepta el éxito y acepta la realidad. Sé una persona optimalista.

6- Permiso para ser humano.

Uno de los puntos más importantes para el profesor es este. Solo hay dos tipos de personas que no experimentan emociones dolorosas, los psicópatas y los muertos. Entonces, si en ocasiones experimentas ansiedad, frustración o culpa, se trata de una buena señal y quiere decir que estás bien, no eres un psicópata y estás bastante vivo. Cuando expresamos nuestras emociones negativas ya sea llorando, escribiendo en un diario o contándole a un amigo, ocurre que bajan su intensidad y terminan desapareciendo. Tómate cinco minutos para escribir sobre algo que está molestando, escribe sobre la emoción y cómo te sientes con esa emoción. Y si te sientes cómodo compartiéndolo con alguien más como un amigo o familiar, hazlo. Si te ofrecen un consejo al instante que no les pediste, díselos con sensibilidad. Todas las emociones son naturales y aceptables, es lo que haces con ellas lo que importa.

 “Lo que te resistes, persiste.” Carl Jung.

7- Buscador de virtudes.

Ser un buscador de virtudes activo consiste en estar dispuesto a sacar lo mejor de cada cosa que suceda, de ver oportunidades en todas partes para el crecimiento y la felicidad. Creer que las cosas ocurren para mejor es una actitud pasiva. Ser un buscador de virtudes es una actitud activa que debemos de tener.

8- Saber perdonarse.

Hay que amarse uno mismo primero, para poder amar a los demás. Uno extiende a los demás lo que siente por sí mismo. Al aceptar nuestros errores, perdonarnos y amarnos aceptándonos como somos nos vamos a permitir sentir compasión por otros.

9- Mentalidad de desarrollo.

La mentalidad de desarrollo es de crecimiento, dinámica, no estática. Es ser consciente que nuestras capacidades pueden cambiar, pueden mejorar. Debemos esforzarnos, dedicar tiempo y trabajo a esas habilidades que queremos desarrollar teniendo siempre en claro cuáles son. Toma acción.

10- Que brille nuestra luz.

Para ser felices debemos de creer que merecemos serlos. No podemos cargar un líquido en una botella que permanece tapada. Es lo mismo para la felicidad. Debemos estar dispuestos a recibirla. Tenemos ese derecho. Merecemos una vida feliz, nacimos con el corazón y la mente dispuestos a disfrutar del placer y experimentar el sentido de las cosas.

La felicidad se ejecuta, debemos fortalecer este don que recibimos por naturaleza. Como escribe Nathaniel Branden: “En su búsqueda de valores, el hombre debe pensarse con derecho a disfrutar de ellos. En su esfuerzo por hallar la felicidad, debe considerarse con derecho a tenerla”. Empecemos ahí, necesitamos ya tomar acción masiva en esto.

#MantenteEncendido

 

 

 


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