El Jordanismo

Después de ver la serie documental en Netflix “The Last Dance” (El Último Baile, en español) que trata acerca de cómo se desarrolló la carrera de Michael Jordan en los Chicago Bulls hasta la obtención de su sexto anillo de la NBA, me puse a analizar la personalidad de Jordan, su influencia, su impacto cultural a nivel global, su filosofía, ¿cómo pensaba Michael Jordan?

Aclaro que no conozco a profundidad su vida, no hice ni un estudio profundo de su biografía (me interesa hacerlo en un futuro cercano), solo sé lo que la mayoría de personas que tienen una cultura deportiva media sabría o un poco más, pero esta serie amplió más este conocimiento. Me dejó ciertas frases marcadas y situaciones que me puse a reflexionar donde dije: “Wow, este hombre está en otro nivel.”

Primero, Michael entró a los Bulls siendo un joven con un deseo, llevar a su equipo al nivel de los dos mejores equipos de la NBA en ese momento y estar en el nivel de los jugadores estrellas de esos equipos. Una tarea muy ambiciosa. ¿Michael se rindió en su cuarto, quinto o sexto año sin poder todavía lograr ese objetivo? NO. Tardó siete años en ganar su primer campeonato, siete años siendo derrotado, hundido y superado. Además, gracias a eso vio que necesitaba volverse más fuerte y confiar más en su equipo y su técnico. No se rindió, sino que lideró en el proceso. “Ningún compañero puede decir de mí que le haya pedido que haga algo que yo no hacía.” Esto dijo Michael entrevistado durante el documental. Mi cabeza volvió a estallar de inspiración.

“Te reto a hacer de tu vida una obra maestra. Te reto a unirte a las filas de esas personas que viven lo que enseñan, que caminan el camino del que hablan.” Tony Robbins.

Su vida como deportista fue una obra maestra porque era el ejemplo al 100% de lo que predicaba. Autoridad y liderazgo en su máxima expresión, autoridad pura. El Jordanismo te invita a eso, te invita a ser el ejemplo, a reflexionar tus valores más positivos, más grandiosos para vivirlos de manera tal que no se pueda evitar seguirte y admirarte. El precio no es barato, lo extraordinario requiere de miles de momentos ordinarios bien hechos. Acepta ese proceso, duele, requiere sacrificios, enfoque y actitud, pero es la manera más segura de ir creciendo.

¿Cuáles son tus valores? ¿Cómo te dedicas a eso que te dedicas?

#Mantente Encendido